VÍCTOR CASTRO, ESCOLTADO, COMO BURLA APLAUDIA A LOS PROFESORES QUE AYER PROTESTABAN EN EL DESFILE DEL 20 DE NOVIEMBRE

 

Ayer 20 de noviembre, durante el desfile en la capital de BCS, Víctor Castro aplaudió a los profesores que marchaban exigiendo solución a su demanda de basificación, quienes vienen trabajando en la Secretaría de Educación Pública, a veces hasta por décadas, sin ninguna seguridad en el empleo y siempre bajo el temor de ser despedidos, tal y como las autoridades, estos días recientes, ya amenazaron con hacerlo empezando de manera selectiva  con quienes tienen menos tiempo laborando.

Víctor Castro estuvo escoltado ahora por los altos mandos militares, no como cuando asistió a los informes municipales donde tuvo que ir aprendiendo a escuchar el fuerte descontento generalizado en su contra del mismo sector magisterial en donde él mismo fue líder de una parte importante años atrás. Los aplausos, ahora escoltado, parecían una burla contra los profesores que defienden su derecho al trabajo. El viejo profesor, quien durante muchos años utilizó una verborrea estridente para ganar adeptos dentro del magisterio, ahora, con todo el poder a su lado, se burla de quienes alguna vez fueron sus fieles seguidores."Pero hay un Dios", casi en un susurro, dijo un maestro que estaba a mi lado. 

Y yo pensé para mis adentros, que jamás hubiera podido imaginar hace casi 50 años, cuando conocí al ahora gobernador, que su persona podría transformarse de esta manera tan brutal como si se tratara de mutaciones que van desde los destellos de alegría y risas en público hasta lo más sucio que pueda incubarse en los oscuros rincones del poder secreto.  "Pero hay un Dios"... dijo el maestro en un susurro.